"Los pueblos que olvidan su historia están
condenados a repetirla".
Nicolás
Avellaneda
No es la primera vez que se ha querido poner mano en el patrimonio de
las Instituciones Educativas en nuestra ciudad. De hecho, parece ser una
práctica cíclica y recurrente. Lo que hoy hace el alcalde Castillo, al
ampararse en esas escrituras chuecas de los ¨nuevos linderos¨ del Bernardo
Valdivieso que incluyen la Casona Universitaria y el Teatro, es un
recordatorio de viejas artimañas que han pesado sobre el desarrollo social y
cultural de nuestra ciudad.
El caso del mismo Bernardo Valdivieso, filántropo que donó todos sus
bienes a la causa de la Educación en Loja, es emblemático. Para ello, traemos a
colación el testimonio de Pío Jaramillo Alvarado:
¨Pero desde el momento mismo en que don Bernardo Valdivieso formalizaba
legalmente su donación, aparece en los documentos de esa época, el afán que
pusieron sus herederos, porque la donación fracase y el hecho de recuperar las
haciendas del legado, sea como sea, el tiempo que se necesite¨
Para hacer corta la historia, el Cabildo quería hacerse de la donación
de Bernardo Valdivieso y por tanto enjuiciaron al escribano que intervino en la
celebración del testamento, y luego prosiguieron la discordia contra el
heredero fideicomisario e instituido Albacea, Doctor Manuel Ramírez. Así, y por
estos intereses espurios, el Colegio no podía instituirse a pesar de tener los
recursos dotados por el filántropo lojano.
Finalmente, y luego de la caída del régimen colonial español en América,
el mismo libertador Simón Bolívar en 1823, en su visita a Loja ¨dio término al impase que mantenía
inescrupulosamente el Cabildo, siempre en las manos de individuos que eran juez
y parte, en la testamentaría de don Bernardo Valdivieso¨.
De estas huellas históricas, tenemos en común algunos aspectos que se
tornan indiscutiblemente similares, cuando pensamos en el intento de usurpación
del Teatro Bolívar y la Casona Universitaria por parte del Alcalde José Bolívar
Castillo en complicidad con el Rector Villacís Rivas:
1.
Se trata
de un Patrimonio destinado a una institución educativa que quiere ser poseído
por gente e instituciones ajenas a las que compete administrar tales bienes, a través de falseos de documentos y mediante
tráfico de influencias.
2.
Miembros
del Cabildo (el alcalde y sus concejales aliados) tratan de usurpar
este patrimonio sin sustento legal.
3.
A pesar de
haber contado con un buen presupuesto, el Rector Villacís y el ex director de área
Educativa César León (y ex marido de la asambleísta Miryam González) jamás
movieron un dedo por el Teatro Bolívar y la Casona Universitaria.
4.
Una figura
política externa (Simón Bolívar) es la que devuelve el justo orden de las
cosas, asimilándose al hecho de que el Interventor (Tomás Sánchez) es quien
intercede ante las autoridades y la comunidad universitaria para defender el
Patrimonio Universitario, ya que Villacís a todas luces fue ¨cabildeado¨ por el
alcalde Castillo.
La Historia nos da cuenta de una vieja práctica que hay que desterrar
para siempre de la cultura política lojana a fin de garantizar los derechos
fundamentales de lxs ciudadanxs… ¡qué así sea!
DirCom UNL, mayo 2016
RVV/.
No hay comentarios:
Publicar un comentario