viernes, 20 de mayo de 2016

El Cabildo usurpador en la Historia de Loja

"Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla".
Nicolás Avellaneda

No es la primera vez que se ha querido poner mano en el patrimonio de las Instituciones Educativas en nuestra ciudad. De hecho, parece ser una práctica cíclica y recurrente. Lo que hoy hace el alcalde Castillo, al ampararse en esas escrituras chuecas de los ¨nuevos linderos¨ del Bernardo Valdivieso que incluyen la Casona Universitaria y el Teatro, es un recordatorio de viejas artimañas que han pesado sobre el desarrollo social y cultural de nuestra ciudad.

El caso del mismo Bernardo Valdivieso, filántropo que donó todos sus bienes a la causa de la Educación en Loja, es emblemático. Para ello, traemos a colación el testimonio de Pío Jaramillo Alvarado:

¨Pero desde el momento  mismo en que don Bernardo Valdivieso formalizaba legalmente su donación, aparece en los documentos de esa época, el afán que pusieron sus herederos, porque la donación fracase y el hecho de recuperar las haciendas del legado, sea como sea, el tiempo que se necesite¨
Para hacer corta la historia, el Cabildo quería hacerse de la donación de Bernardo Valdivieso y por tanto enjuiciaron al escribano que intervino en la celebración del testamento, y luego prosiguieron la discordia contra el heredero fideicomisario e instituido Albacea, Doctor Manuel Ramírez. Así, y por estos intereses espurios, el Colegio no podía instituirse a pesar de tener los recursos dotados por el filántropo lojano.

Finalmente, y luego de la caída del régimen colonial español en América, el mismo libertador Simón Bolívar en 1823, en su visita a Loja ¨dio término al impase que mantenía inescrupulosamente el Cabildo, siempre en las manos de individuos que eran juez y parte, en la testamentaría de don Bernardo Valdivieso¨.  

De estas huellas históricas, tenemos en común algunos aspectos que se tornan indiscutiblemente similares, cuando pensamos en el intento de usurpación del Teatro Bolívar y la Casona Universitaria por parte del Alcalde José Bolívar Castillo en complicidad con el Rector Villacís Rivas:

1.       Se trata de un Patrimonio destinado a una institución educativa que quiere ser poseído por gente e instituciones ajenas a las que compete administrar tales bienes,  a través de falseos de documentos y mediante tráfico de influencias.
2.       Miembros del Cabildo (el alcalde y sus concejales aliados) tratan de usurpar este patrimonio sin sustento legal.
3.       A pesar de haber contado con un buen presupuesto, el Rector Villacís y el ex director de área Educativa César León (y ex marido de la asambleísta Miryam González) jamás movieron un dedo por el Teatro Bolívar y la Casona Universitaria.  
4.       Una figura política externa (Simón Bolívar) es la que devuelve el justo orden de las cosas, asimilándose al hecho de que el Interventor (Tomás Sánchez) es quien intercede ante las autoridades y la comunidad universitaria para defender el Patrimonio Universitario, ya que Villacís a todas luces fue ¨cabildeado¨ por el alcalde Castillo.

La Historia nos da cuenta de una vieja práctica que hay que desterrar para siempre de la cultura política  lojana a fin de garantizar los derechos fundamentales de lxs ciudadanxs… ¡qué así sea! 


DirCom UNL, mayo 2016
RVV/. 

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