¿Qué
pasa en Loja?
Ha habido una sistemática anulación
del capital político de la Provincia de Loja. A partir de la Revolución Federalista
Lojana con más énfasis, García Moreno decidió
anular estos focos anti-centralistas y que afectaban al triángulo de poder
(Quito, Guayaquil y Cuenca). Así fue que la Educación Lojana, que por el
aporte de Miguel Riofrío (colegio “La
Unión¨) y las políticas localistas de Carrión Pinzano, que había sentado sus bases en Educación Superior para el año 1859, solo viera en 1895 sus frutos con el reconocimiento de
las Facultades de Jurisprudencia y
Medicina por el gobierno de Eloy
Alfaro, quien tuvo como vicepresidente al lojano liberal Manuel Benigno Cueva Betancourt. Es decir, este paso
ha sido toda una lucha.
Al debilitarse el capital
político de Loja a través de una débil
institucionalidad nacional, las
élites dejaron su terruño para instalarse en los focos de poder nacional,
sobre todo en Quito. Así, la educación superior de Loja dejó de ser una
preocupación de las propias élites capitalistas y semi-feudales, y pasó a ser
la preocupación de las élites intelectuales. Eso no frenó la típica fuga de
cerebros de Loja a otras ciudades de manera definitiva. Es decir, el
debilitamiento del capital político, está obviamente ligado a la pérdida del
capital humano.
Con la masificación de la
Universidad y la partidización de la Universidad Pública, la educación particular lojana dependió de la
Iglesia (supra-gobierno) y la
Pública, de los partidismos izquierdistas con filiaciones chinas y rusas,
sobre todo. Posteriormente, hasta finales de los años 80, las
filiaciones chinas dominaron la Universidad Pública, y sus nuevos representantes en su mayoría
eran la primera generación profesional en su familia. Esto creaba en algunos casos, el trastorno de la “ conciencia falsa¨ de
clase, que les llevó a formar filas posteriormente de otras agrupaciones de
derechas, con postulados que otrora les hubiesen afectado negativamente. Hay que
recordar que la CIA, según Agee, habría incursionado en la infiltración de
agentes para desactivar la organización unitaria universitaria.
Una vez que la vertiente “cabezona” se extinguió en la UNL, la vertiente “china” se volvió flácida y se desenmascaró, y
nuevas agrupaciones derechistas aparecieron con más frecuencia. Estas corrientes llegaron a unificarse, y la vieja izquierda universitaria, el FIU,
nunca consiguió autorregularse, razón por la cual se vacío el discurso revolucionario, por la evidente impunidad que existe en la
Universidad Pública ante actos arbitrarios y corruptos de autoridades y docentes. Actualmente, el partido del Rectorado, el grupúsculo “Nueva Universidad” no posee una ideología definida, pero sí mantiene procedimientos verticales y
arbitrarios en sus prácticas. Su fuerte es la demagogia y la compra de
conciencias, la intimidación y la precarización laboral.
Finalmente, en el periodo
denominado “La década Ganada”, la UNL
pasó de la ilusión de ser saneada, a la peor crisis de su historia. ¿Cómo?
Por la misma débil institucionalidad. Las
¨autoridades del régimen ejecutivo¨ son relacionadores públicos o son parte de la ¨masificación universitaria¨: gente sin
mayor influencia en las argollas de poder que se limita a cumplir órdenes y a
defender su puesto. Por tanto, no pueden decir lo que dicen los cuencanos, por poner un ejemplo cercano: ¨primero Cuenca¨. El ¨primero
Loja¨ en nuestra ciudad, solamente está asignado al aliado de AP, Chato
Castillo. Sin embargo, el Sr. Castillo se ve a si mismo como un actor político que debe
acaparar la Universidad, el Podocarpus, el Teatro, etc. etc. Por tanto, el
alcalde Castillo verticalmente decide por sobre el régimen ejecutivo. Si se molesta con alguien, ese alguien
marcha. Se trata de un cuadro derechista y fascista apoyado por el Gobierno
Nacional, aliado a Villacís para tener injerencia en la Universidad Nacional de Loja.
Las autoridades del
legislativo, o bien fueron indiferentes (Auquilla y Arias) o bien tuvieron conflicto
de intereses (Marián González y Richard Farfán). La indiferencia se debe a la cantidad de
votos: se ha reducido el número de estudiantes y la mayoría proviene de otras
provincias, sobre todo de Zamora. Los conflictos están mediados por el grado de
consanguineidad y por tráfico de influencias (pueblo chico infierno grande).
Las cortes a su vez,
están dominadas por los “ chatistas” y los funcionarios vinculados a la UNL (con algún contratito). Sobre todo, el Órgano de Control Social
también ha sido inactivo en contra de los latrocinios que ocurren en la UNL.
Por su parte, la autoridad nacional, El Consejo de Educación Superior, luego del periodo de René Ramírez
a cargo del mismo, tomó un rumbo no
regulador sino de complicidad con el Rectorado, que ha cerrado carreras, ha
hecho cobros indebidos, que disolvió el Cogobierno hace 5 años, que ha
saboteado sistemáticamente los procesos de Fortalecimiento Institucional, que
ha precarizado la relación laboral, que ha perseguido a docentes, estudiantes y
administrativos, que no cumple con la LOES, y cuyo mérito es no ejecutar el presupuesto asignado para gloria del
centralismo.
Además, el nuevo presidente del CES y responsable por
defecto de que se hayan paralizado las clases en el SNNA y en varias carreras,
por suspender el Concurso mediante una resolución del 17 de octubre 2016, con la fórmula ambigua
al igual que sus actuaciones desde la administración pública “revisar, analizar
y concluir el concurso…”, parece haber
olvidado que la inclusión de 222 docentes estaba planificada para cubrir las
necesidades de una Universidad que se supone que se iba a fortalecer. En este momento colapsa ante tecnicismos
jurídicos y falta de decisión política (o apoyo del gobierno al mantener al
Rectorado, que ya es ilegítimo), y por el juego de contratos, los estudiantes
en varias carreras no tienen los docentes que aseguren la educación de
calidad. Así es como el CES ha violentado no solamente los derechos de los
participantes del Concurso al que llamaron a través de CIFI UNL, sino que a miles de estudiantes que hoy
no tienen clases regulares. Su justificación y única línea de acción ha sido culpabilizar a Tomás Sánchez Jaime, enemigo político del presidente Santos Jara, por ser coideario de Agustín Grijalva, a quién a menudo Santos critica.
El respeto al debido procedimiento hubiese garantizado los derechos de los participantes ganadores posesionados, y de los estudiantes de la UNL: se declaraba concluido el concurso, se incorporaba a 222 docentes, y luego se pedía auditoría al SENESCYT para establecer irregularidades. Justos pagan por pecadores, renuncian a sus trabajos y luego se les dice que el nombramiento no era real. Se prefirió violar el debido procedimiento y se fortaleció al Rectorado. Eso originó caos institucional y la falta de docentes.
Para terminar, se ha
llamado a elecciones del órgano de Consejo
Académico Superior OCAS, pero solamente con el 30% de docentes titulares.
No se quiso hacer con los 222 entrantes,
que hubiesen asegurado el 70% de titularidad. Así, las posibilidades de victoria para esta elección están en el grupo del
Rectorado (“Nueva Universidad” lista “A¨) y los FIU (lista “B”),
nuevamente. Resumiendo, la Intervención ha pasado de ser una herramienta de
Fortalecimiento Institucional, a un acuerdo con los grupos partidistas de
siempre. Gran performance que se financia con el dinero de la Universidad
Nacional de Loja.
Sin embargo, no todo podía ser negativo. POR PRIMERA VEZ EN DÉCADAS, se levanta una fuerza estudiantil que no
posee ningún partido por sobre su estructura estamentaria. Una nueva generación
que evita a toda costa el partidismo, completamente clara en su convicción de
que esta práctica política es la raíz de todos los problemas. Esa es la vertiente ciudadana conformada
por NASA, que nació de los grupos de colaboración para Manabí por el
terremoto, y que para estas elecciones
se alió con el grupo ALERTA, conformando la lista “C” con 1200 firmas de respaldo.
Llamamos al apoyo de nuevas propuestas políticas que quieren para
siempre liberarse de la mafia partidista.
¡Qué así sea!
#UNLsinPartidismo
#NasaVence
#UNLListaC
#SOSUNL